La mala suerte en forma de lesiones sigue perjudicando al Barça. No sabemos si a ello contribuyó esta vez el gato negro que saltó al terreno de juego en un momento del partido, pero lo cierto es que una vez más la mala suerte se cebó en el equipo.Pep Guardiola había entendido que uno de los jugadores que necesitaba descanso era Sergio Busquets. Por eso el de Badía no salió en el once titular y su puesto lo ocupó Jonathan dos Santos. Pero ya en plena segunda parte, a unos quince minutos para el final, el técnico decidió que Busquets entrara en lugar de Puyol. Pero solo cinco minutos después, en una acción aparentemente sin demasiado peligro, Carlos Martínez golpeó la pierna de Busquests y el canterano quedó tendido en el suelo y con evidentes muestras de dolor. El primero en acercarse fue Adriano e inmediatamente solicitó el cambio. Cesc fue a mirar que pasaba y se fue con las manos en la cabeza. Aquello no pintaba bien.
Las imágenes dejaban claro que había un profundo corte por debajo de la rodilla, pero se desconocía la gravedad de la lesión. Antes de emitir un comunicado médico oficial, desde el servicio de prensa del club se informaba verbalmente que Busquets tenía "una herida inciso-contusa", sin especificarse la gravedad de la misma ni el tiempo previsto de baja. Poco después, Xavier Martín, jefe de comunicación del club, confirmaba a los periodistas, a falta aún de un comunicado médico, que Busquets sólo tenía una profunda herida, pero que no le afectaba a ningún hueso, articulación o ligamento y, en un principio podrá jugar este miércoles contra el Valencia.